Creo que una de las cosas que más detesto es cuando tu jefe de cinco años aún no se sabe tu nombre. Creo que un día de estos solo me a decir: Hey Tú, aunque es preferible a que me diga así a que empiece con el baile de: Susanita, María, Gabriela o Marcela mientras que me mira con cara de extrañeza. De verdad que no entiendo, que tan difícil puede ser aprenderse mi nombre...