Mirando desde lejos

Confieso que estoy enamorada, pero jamás seré correspondida, así que me conformo con contemplar a mi gran amor desde lejitos no más.

Contextualizo. En mi empresa, tienen una modalidad de 'sucursales hermanas' eso quiere decir que debemos prestarnos apoyo cuando sea necesario, parchar si falta gente, o hacer Inducciones a los alumnos en práctica o a los nuevos y así.

El jefe de la sucursal hermana, es un 100/10, es seco en lo que hace, buen profesional, buen líder, buena persona, buen hombre; es todo lo que una mujer querría tener en su vida, es todo lo que yo quisiera tener en la mía, pero jamás podré tener, porque él ya tiene quién lo cuide y quiera.

A veces pienso que toda esa admiración que siento por él me lleva a confundirme, pero es que de verdad siento mariposas de sólo saber que debo ir a su sucursal, o cuando nos toca hablar por teléfono por algo de la pega, siento mariposas cuando escucho su voz.

Cuando inició la pandemia, me tocó estar varias semanas de apoyo en su sucursal, nos hicimos súper cercanos, pasamos de ser colegas a cultivar una linda amistad, nos sentíamos cómodos juntos, tanto así como para invadir nuestro espacio personal como si fuera algo súper natural estar casi hombro con hombro, siempre inconscientemente tratando de estar cerca.

Cuando me di cuenta de eso, yo me puse más cauta, no quería que algún otro colega pensara mal y se iniciara algún rumor, así que siempre traté de tomar distancia, pero él igual llegaba al lugar donde estaba yo, o me buscaba con la mirada y cosas así.

Con él trabajan puros hombres, así que no se si él será así tan de piel con otras mujeres en el trabajo, quizás me pase rollos, pero desde hace un tiempo que le estoy dando vueltas a este asunto, por esas actitudes que él tiene, sus abrazos apretados, quizás más largos y afectuosos de lo normal, los roces de manos que parecen ser casuales, a veces pienso que él también siente algo por mí, pero es algo que jamás podré confirmar.

Por principios, jamás cruzaría la línea como para insinuarle algo más allá de la amistad que ya tenemos, de hecho siempre estoy muy al pendiente de no hacer o decir algo que se pueda confundir o prestar para malos entendidos, además que siempre estoy muy atenta de que no sé de cuenta que siento algo por él.

Así que por eso vengo a confesar mi amor por él aquí, porque jamás lo podré hacer en la vida real, lo seguiré admirando y observando desde lejitos, con mi corazón saltándose dos latidos cada vez que lo vea, amándolo así, como hasta ahora, en secreto, mi amor platónico.