Colegio público y su nivel de mediocridad nivel Dios!

Trabajo en un colegio donde el ambiente laboral no es malo, es horrible, se han jodido a cuanto colega han podido y el karma los tiene jodidos ahora.

La directora de la escuela quedó en el cargo por ser amiga de y además por inventar junto a otros colegas que la directora antigua era una mala profesional, llevaron una carta al sostenedor firmada por colegas y apoderados. salió del cargo y ahora está ejerciendo ella, resulta que la sra no tiene idea de educación, estudió ped. Básica los días sabados (no tengo nada en contra de eso, pero solo se quedó con lo baaaasico de lo basico) es tanta su ignorancia que en un consejo de profesores preguntó ¿Qué son los planes y programas? ¿Para qué sirve el currículum de educación nacional?.
Bueno y de administración pública y trabajo en equipo nada también, sus colegas que en su momento la apoyaron, ahora le dan la espalda, la acusan de mala gestión y le pidieron que renuncie al cargo.

Los colegas en cuestión tampoco son unos eruditos, resulta que ni siquiera quieren hacer el trabajo de las hrs que les dan, tienen hrs de convivencia, cra y otros, cero gestión, tuvo que venir la coordinadora comunal a hacerles mover la ra.. porque no querían hacer nada, según ellos no les correspondía.

Mi pesar es por los niños, yo voy por pocas hrs en una asignatura que a nadie le importa, pero me da rabia que se farreen tan descaradamente la oportunidad de mejorar la vida de los niños, de dignificar la educación pública, hay días en los que les digo que sus problemas personales no debieran ser tema en los consejos, que discutamos por qué juanito o juanita no logra aprender a leer o por qué razón los estudiantes se cambian de colegio, pero es como hablar a la nada.

Si ud trabaja en un colegio, jardín o alguna institución pública de educación por favor de lo mejor de sí, no se deje llevar por la flojera y el conformismo, seamos capaces de hacer lo mejor que podamos en el trabajo que tenemos, el cambio de una sociedad debe partir por uno, aunque a veces seamos una gota en un mar de porquería.