Escapando
Anduve escapando del CoronaBicho, por más que lo intentó no me pudo llevar, para buena suerte mía y mala suerte de quienes me odian. Volví.
Ya me pican los dedos por responder o comentar ácidamente y a diario, todas las confesiones de quienes publican, con la cooperación de mi amada y querida Abuelita.
Pobre mi abuelita, casi se murió de tristeza cuando estuve enfermo.
He leído muchas de sus confesiones, me impresiona la cantidad de problemas, infidelidades y malas decisiones en la vida, cuál de todas más compleja y me doy cuenta que cada uno se mete más a fondo en el barro. Por eso, muchas veces es mejor detenerse y no hacer las cosas a tontas y locas.
Soy el que consulta todo a la Abuelita, el que comenta a diario y a veces muy duro con la crítica... Facho, pobre y fleto, muy digno de mi realidad.
No se asusten, mis palabras son sólo eso y diversión en estos tiempos de tanto odio, pandemias, trabajo, miserias, problemas y discusiones. A veces es mejor reír.
Volví, con mi Abuelita sabia y mis palabras alocadas.
Deseo que estén todos bien de salud, al menos. Que la Virgen María sea su compañera y Dios nuestro destino en el largo camino de vida.
Todos merecen ser felices.
Un saludo gigante a todos los lectores y gracias a los admin de la página.