Un final feliz

La vida es compleja muchas veces, sufrimos a causa de otros, a causa de nuestros propios actos, etc.

Por eso compañeros, en su pega no permitan que los maltraten, aunque los campos laborales están inestables, no es razón para aguantar humillaciones, gritoneos o ninguneos.

Lo digo por experiencia propia, trabajé en una importante institución de salud privada, donde el trato de la jefatura era del asco. Lo.aguanté por necesidad durante meses, me enfermé física y psicológicamente, desde colon irritable con diarreas espantosas, hasta vértigo, temblores y vómitos, ni hablar de las crisis de angustia y pánico. Si bien denuncié a gerencia, la mutualidad y ante la inspección a aquella jefatura maltratadora (no solo conmigo lo era) siguió ahí, nadie hizo nada. Por tanto, con los antecedentes de atenciones en la mutualidad tras hecho el estudio de puesto de trabajo, me autodespedí, no daba más, pese a no tener nada bajo la manga, me fui sin mirar atrás.

No negaré que me costó encontrar pega, en el intento, me reinventé y usé mis dones para generar algún dinerillo. Para mi bien, cuento con un buen compañero de vida, que apoyó el proceso, haciéndose cargo económicamente de la casa y de nuestro único hijo. Fueron meses complicados, de estar a veces, al 3 y al 4.

Bueno, como continuó, hice pololitos, y luego de buscar y buscar encontré un nuevo horizonte laboral.

Ahora tengo peguita nueva, la cual cuenta con un buen ambiente laboral, con muchos desafíos y cosas por aprender. Un lugar con comodidad y crecimiento.

Cabros y cabras, no se dejen pisotear ni por todo el oro mundial, su salud, ya sea física o emocional, es lo más importante. Además, en una pega somos reemplazables, en la vida no, somos únicos y únicas para nuestros seres queridos.