Trabajo fantasmal

Esta es una confesión laboral fantasmal.

Actualmente tengo 30 años y esto sucedió en el año 2008 cuando cursaba 4to medio. Lo que pasa es que desde que tenia 17 empecé a carretear e iba siempre a un mismo pub porque mi hermano mayor me hacia la paleteada de entrarme.

Una semana antes de cumplir 18 la administradora del local me ofreció probarme como cajera, yo estudiaba en un colegio técnico la carrera de administración así que me manejaba con los números. Después de rogar permiso a mis papás apelando a la experiencia, me dejaron. Yo feliz.

Trabajaba Viernes y Sábado fijo y algunos días de la semana hasta temprano, así que algunos días llegaba con uniforme y me cambiaba ropa allá mismo. Estudiaba en la caja, mientras atendía y me encantaba estar ahí a pesar de que me pagaban repoco.

Ahora voy a la parte fantasmal, un día sábado llegué a trabajar, como yo era la cajera me tocaba hacer un inventario antes de comenzar por lo que era la primera en llegar. Era un pub con sucursales en 3 ciudades de una misma región, por lo que la dueña a pesar que tenia su casa en el segundo piso de esta casona, no siempre estaba. Esta vez si, y ella fue quien me recibió, me abrió a puerta y subió a bañarse. Yo estaba ahí contabilizando y revisando lo que había y por la santa Sara que vi pasar por al lado mio una mujer joven con ropa blanco y pelo negro largo. Quedé unos segundos helada, sin poder moverme pero cuando reaccioné salí del local y no quise entrar hasta que llegó un colega que llevaba años trabajando ahí. Le dije 'no sabes lo que me pasó, me pasó algo cuatico' y el me respondió 'a quién viste, al hombre o a la niña' yo quedé helada. Me contó que el también había visto a la niña mientras hacía aseo en la pista de baile pero que no me preocupara porque ella no hacia nada.

Averiguando supe que en esa casona, vivió un hombre con su hijastra a quien al parecer mató. Después de eso un día estaba en la cocina en mi media hora de colación, estaba sentada comiendo y derrepente los muebles de mi alrededor comenzaron a sonar, era como si alguien estuviera verificando y volviendo a cerrar las puertas. No es que se abrian y cerradas, sino como cuando empujas la puerta de un mueble cocina para verificar que esté cerrada. Todas sonaron en orden dando la vuelta a mi alrededor. Me puse a orar porque soy creyente.
Y lo último que me pasó, fue que un día para fiestas patrias, me arrendaron un traje de pascuense para atender la caja. Subí al segundo piso muerta de miedo por lo anterior que me había pasado, y si bien no vi nada, realmente sentía que algo había, que algo me seguía.

No creo tener un don, ni ser de la gente que ve o siente energías del más allá, y esta historia la he contado un par de veces y siempre comienzo diciendo que tienen la opción de creerme o no creerme, pero yo sé que lo que vi, lo vi...