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Qué no te pase

Quiero contarles una historia que me pasó cuando partí trabajando. ¡Atención gente de Chillán!
Esto sucedió en 2003, yo comenzaba buscar trabajo como docente de inglés. La cosa es que veo un aviso en el diario, me presento y quedo. Era un instituto nuevo de inglés con computación que estaba ubicado en calle Arauco, al lado de donde ahora está la escuela de cultura artística, a mitad de cuadra.

El instituto llevaba poco tiempo en Chillán y era de esos que usaban captadores de clientes (alumnos).
Ya poh, llego y había otra profe más y otro gallo que era el encargado de inglés, un fulano que fue rector de un colegio inglés aquí. De partida me voy enterando que ellos llevaban varios meses de trabajo y que veian sueldo tarde, mal y nunca, lo cual no me dio buena espina para nada. El gallo encargado de inglés hablaba como Tarzán jajsjaja, con un acento castellano demasiado notorio, pero en fin, eso es pelambre aparte.

Un día llego y me encuentro con que no hay luz en el local porque habían ido de la compañía a cortarla... ¡¡¡qué picantería!! Lo que me dio más pena es que habían alumnos de básica que iban a clases después del colegio y con eso los mandaron de vuelta a la casa, me dio pena y lata esa situación.

Cuando pasaron los dias después del primer mes trabajando ahí, decidí que iba a arrancar, ya que no ví intenciones de pago, boleta y menos contrato y los otros 2 profes de inglés seguían con sueldo impago, así que obvio que no pensaba trabajar por nada y me mandé a cambiar cara de palo y les puse una denuncia en la inspección del trabajo. Tampoco me interesaba ser parte de una chantería picante y obvio que jamás se me pasó por la cabeza incluirlo en mi curriculum.

Allí solo les pasaron una multa de 50 y tantas lucas (año 2003) y al mismo tiempo la galla que hacía de admistrativa principal me dijo que yo podía poner todas las denuncias que quisiera pero que ellos no me iban a pagar nada, además nunca me hicieron contrato, por lo que no había legalidad en mi pega, cara de raja la comadre y así fue. No me fui en la onda abogado porque obvio que no tenía plata y por último ya les había metido boche en la inspección, quienes tomaron mi denuncia a pesar que ese mes realmente trabajé 'de palabra' no más.

Posteriormente me llevé 2 tremendas sorpresas: una que después, en el diario, salió la noticia de familias afectadas por cursos de inglés y computación que no les cumplieron, pero les hicieron firmar pagarés, tuvieron algunas clases pero de ahí, sólo les cobraron la plata, los estafaron, todas personas de clase media de trabajo.

Segunda gran sorpresa: a los años ví un capítulo de 'Informe Especial' en donde presentaban al dueño de la chantería ésta, un tipo de Santiago que era inubicable en el sentido que vivía unos meses en un lugar y después se cambiaba, y se dedicaba a la estafa de instalar preuniversitarios, institutos de inglés y de computación, le sacaba plata a la gente y después cerraba, luego sacaba otra razón social o algo así, armaba otro negocio de lo mismo pero con otro nombre y así se la pasaba cagando a la gente a través de todo Chile.

Era evidente que esto se hacía con la defensa y complicidad de la fulana que hacía de administrativa y el otro que también era parte del baile era el fulano de computación, supongo que ambos de Chillán. Imagino que, en vista de todo, también deben haber dejado cuentas impagas y arriendo del local tal vez.

Para mí fue 1 mes perdido de trabajo, sin embargo lamento por lo que pasaron esos padres que quizás cuanta plata perdieron con la ilusión de darles mejores herramientas a sus hijos.

Ojalá me publiquen para que estas malas experiencias no le pasen a más gente, moraleja: no inscribir jamás a hijos en institutos ordinarios y aparecidos de la nada, y a los profes, al primer mes que vean cuestiones raras no sigan ahí, para eso es preferible seguir cesante y no que te pulmoneen gratis.



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