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Esto puede mejorar

De niña crecí junto a mis padres y hermano, recuerdo una infancia bonita, hasta que fui creciendo y comencé a notar los problemas matrimoniales entre mis padres. Desde aquel entonces siempre me sentí agena a mi familia, sentía que no pertenecía ahí. Fui rebelde, aunque siempre buena alumna, porque lo único que tenía claro a mis cortos 15 años, era que tenía que salir de mi casa para estudiar, tener un trabajo, vivir sola, tranquila, con un autito, disfrutar la vida sin peleas diarias, hasta imaginaba tener una niña, pero sin un hombre al lado. Y así fué, que entre gritos, peleas y golpes, imaginaba la vida que quería y lograba dormir en paz.

Siempre fui alegre y era extraño, porque a pesar de la vida familiar que tenía, me sentía feliz.

Mis padres eran buenos padres, pero siempre he pensado que fueron el peor error uno del otro. Pasaron los años y el infierno era peor, la violencia era tan grande (física y psicológica). Siempre tuve suerte, he tenido y tengo muy buenos amigos, de niña encontraba cariño y calor de hogar en casa de ellos. Un día estaba en la casa de una amiga, llegaron a buscarme los carabineros, mi mamá iba toda golpeada y así fue que se separaron, obviamente me quedé con mi mamá y mi hermano decidió irse con mis abuelos. Pero lamentablemente pasó el tiempo y volvieron. Fue un año de cambio cuando volvimos a vivir todos juntos nuevamente, pero el ambiente siempre tenso, hasta que todo explotó, mi padre seguía con las infidelidades, mi mamá con su depresión que no se la podía, mi hermano se fue a estudiar y yo quedé ahí con ella, mi padre trabajaba fuera.

Cuando salí de 4to medio, pasaron 2 años y me fui a estudiar, no quería dejar a mi mamá sola.

Entré a la universidad y fue bkn, me fui a la ciudad, yo toda huasa ahí, aprendiendo a tomar micro. Puta que lo pasé bien, fue un año que agradezco a la vida.

Hasta que un día me llaman y me dicen que mi mamá se había quitado la vida.

Aaaaay! Por dios que lo pasé mal.

Me dio depresión, e imagino que por carencia afectiva, soledad, pena, etc. Que me tropecé con un idiota. Dejar en claro que en ningún momento dejé de estudiar y a las 2 semanas que mi madre ya no estaba comencé a trabajar, ella me pagaba el arriendo y todos los gastos. (mi mamita trabajaba en el campo, era temporera).

Con este idota todo bien el primer año, pero bueno, sacó las garritas. El infierno duró mucho, 3 años aprox. Hasta que un día me pegó sin piedad, sus celos enfermizos combinados con las drogas y el alcohol. De aquella vez, nunca más, me costó pero salí de ahí.

Seguí estudiando, conocí un buen hombre, me apoyó mucho. Terminé mi carrera, como olvidar el día del examen de grado. Que bello día.

Recuerdo que antes de salir ya tenía trabajo en la misma universidad en la que estudié. Como boleteaba, quise conseguir trabajo en algo más estable. Envié CV a 3 lugares, fui a las 3 entrevistas y en los 3 lugares quedé (juro que es cierto). Me decidí por un trabajo, y al tiempo que llevaba trabajando me di cuenta que estaba embarazada. La relación con el papá de mi hija se puso muy mala, ambos cambiamos, hasta que descubrí que me estaba engañando, así que terminé con él. Ni estar embarazada fue un impedimento, vivir con la desconfianza jamás. Ya tenía el ejemplo de mi madre, eso enloquece.

Y así me quedé sola, sufrí obviamente, pero nada que no se pueda superar.

Un día me levanté y me di cuenta que la vida me estaba entregando aquello que tantas noches anhelé antes de dormir, era niña, tenía mi carrera y un trabajo, así que no había porqué estar triste. Monetariamente lo vi muy complicado, por algunos problemas no pude obtener el pago del pre y post natal. Tuve apoyo de amigos, de mi familia, etc. El papá desapareció. Y así pasaron los días, mi pequeña estaba muy bebé y tuve que volver a trabajar. En lo laboral me ascendieron, muy agradecida del ambiente, nada que decir de mi equipo de trabajo.

Me compré autito! Mi situación financiera ha ido mejorando poco ha poco.

El papá de mi hija se acercó y eso me pone feliz, porque a ella la veo feliz. (entre nosotros nada de nada).

En lo amoroso me va bien mal la verdad, pero estoy trabajando en eso. Tengo trancas y estoy con terapias para sanar las heridas.

Me siento muy agradecida de la vida, personalmente y disculpen lo egoísta, pero la pandemia me ha dado la oportunidad de conocer y estar día a día junto a mi hija. Nos amamos tanto.

Así que para aquellos que viven en casas de familias tóxicas salgan, yo dormí en lugares que jamás imaginé que existían, pagué una vez 60 lucas por una pieza, que la pared era la pandereta de la casa de al lado, pero salí de donde estaba, las comodidades pasan a segundo plano cuando uno realmente quiere algo.

Sé puede! Siempre se puede!.

Amor y resiliencia para todos.



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