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Falta de respeto...

Llevo varios meses en búsqueda de una oportunidad laboral. Como el tiempo ha pasado y las deudas se acumulan, me abrí a todas las posibilidades para generar ingresos. Fue así como encontré trabajo en un call center vendiendo planes, con un sueldo basado en comisiones por venta.

Desde el primer día noté que el ambiente laboral era pésimo. Se trata de una empresa pequeña, y los dueños están presentes todos los días. El problema es que su trato hacia los trabajadores es déspota, basado en gritos y presiones constantes. Pronto me di cuenta de cuál era el verdadero negocio detrás de este call center: está en reclutar constantemente a nuevas personas.

El esquema es simple pero injusto. La empresa ofrece una capacitación por la que supuestamente pagan 40 mil pesos, pero este pago solo se hace efectivo si el trabajador dura al menos un mes completo. Sin embargo, los contratos que generan son a plazo fijo por solo 15 días, sin renovación. De esta forma, muchas personas ingresan con la esperanza de obtener un sueldo, pero terminan sin recibir ninguna retribución.

Además, las metas de ventas son extremadamente altas, y si no se cumplen, no se pagan comisiones. Como resultado, la mayoría de los trabajadores no logra alcanzar los objetivos, lo que significa que la empresa se queda con las ventas generadas sin tener que pagar nada a quienes trabajaron para conseguirlas. Así, el ciclo se repite con nuevas contrataciones y despidos constantes.

A esto se suma el trato agresivo de los clientes, que muchas veces responden con gritos e improperios. Los trabajadores quedan en medio, sin poder reaccionar ni defenderse, mientras que la presión interna no hace más que empeorar la situación.

Nunca imaginé encontrarme en una empresa que juega de esta manera con el tiempo y la necesidad de las personas. Es frustrante ver que en pleno 2025 sigan existiendo lugares así, donde el respeto y la dignidad laboral parecen no tener ningún valor.



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