Investiguen bien ...

Les cuento que desde los 9 años sufro de trastorno de ansiedad generalizada, más conocidas como crisis de pánico. Estuve con psicólogo muchos años, porque no quería que me den pastillas, hasta que a los 17 fueron tan fuertes, que tuve que acudir a un psiquiatra y tomar pastillas.

Mi mamá y papá encontraron un psiquiatra muy renombrado en una clínica conocida a nivel país, comencé a asistir a su consulta y fui sanando de apoco, (lamentablemente aún tengo las crisis hay días bastante complejos, pero lo puedo sobrellevar) mis terapias consistían en contar un poco sobre mi vida, y medicarme.

Le pedí muchas veces al doctor que hiciera otras cosas, ya sea algún test, que me diera algunas tareas, no sé, pero siempre era lo mismo y la atención de 30 minutos o menos, para qué decir lo que cuesta la “hora” porque una hora no es jaja. Llegué a un punto donde el doctor me dijo que ya no se puede hacer nada más y debo seguir con medicación de por vida, ya tengo 35 años, y bueno, me quedé con eso.

La cuestión es que, el otro día estaba buscando un profesional en la superintendencia de salud y pensé, nunca he buscado a mi psiquiatra, coloqué su nombre y la sorpresa fue que era médico cirujano, no tenía ninguna especialidad, nunca fue psiquiatra, pero en todos lados aparece como si lo fuera y en la clínica también, en la cual lleva años atendiendo!!!
Me sentí extraña, porque me he atendido con el gran parte de mi vida, nunca pensé que una clínica tan prestigiosa se prestara para algo así.
Estoy en shock.