Ni más itos ni itas!
Confieso que no tolero llamar con diminutivos a personas adultas (la Carlita, la Andreita, el Carlitos, el Claudito, etc). Siempre lo consideré muestra de afecto y familiaridad, o cómo sobrenombre para niños, entonces me choca cuando en los adultos en los trabajos quieren que los llamen así.
En el lugar donde trabajo hay una secretaría que gusta que le llamen Alejandrita, yo le digo Alejandra y me mira como si le dijese una grosería, pero no me nace decirle Alejandrita. De verdad me parece patético tener que nombrar con diminutivos a gente adulta, a menos que sea gente que de verdad quieras mucho o de tu familia.