Ya que volvió el miércoles paranormal, quiero contarles mi historia.
Yo trabajaba de niñera en la casa de una vecina cuando estaba más chica, pa juntar lucas pa salir cuando estaba en la U.
Un día, me pidieron que si podía cuidar a una abuelita de ella que vivía unas cuadras más lejos, que me pagarían el doble pero solo iba a ser por unos pocos días hasta que le encontraran un cuidador.
La abuelita estaba como ida, tenía alzheimer y de repente gritaba y se ponía a llorar.
A mi me dijeron que solo cuando gritara subiera a verla, pero que me quedara abajo porque ella se perturbaba mucho con las visitas. Y que no le hiciera mucho caso, el alzheirmer ya la había consumido y no sabía lo que hablaba.
Fui y la abuelita era muy tierna, de repente me confundía con su hija pero luego se acordaba que no y me pedía disculpas.
Me daba pena así que no bajaba, me quedaba arriba con ella.
Había pasado como una semana desde que estaba con ella y un día estaba sentada viendo tele, no subí porque me habían dicho que se había quedado durmiendo.
De pronto, sentí pasos en la escalera, me giré y estaba ella ahí de pie en la escalera, mirando hacia la puerta.
Me asusté pero la fui a ver y le pregunté que pasaba.
No me dijo nada y volvimos a su pieza.
Bajé de nuevo porque estaba como alterada.
Pasaron las horas y de nuevo escuché pasos, me giré y no había nadie.
Subí la escalera, fui a su pieza y la abuelita estaba entera tapada con la sabana.
Me dio terror, le descubrí la cara y estaba llorando.
Me dijo que su esposo no la dejaba tranquila, que le quería pegar y le decía que se tirara por las escaleras.
(Su esposo siempre había sido un maltratador, incluso antes de morir)
Yo le dije que su esposo ya no estaba que estuviera tranquila.
Me miró con cara de terror y fijó la mirada detrás mio, alzó su mano y me dijo: ¡Pero si está ahí!
Me giré y había una figura negra en la pared, me paralicé, grité y cerré los ojos...
Con mi gritó me escucharon los vecinos y me fueron a ver.
Abrí los ojos y la figura ya no estaba ahí.
Fui a abrirles a los vecinos y salí de la casa asustada.
Al otro día la abuelita murió, se cayó de la escalera mientras todos dormían, se fracturó la cadera y se pegó en la cabeza.
Murió en el hospital...
Ahora pienso... ¿y si los locos y los enfermos, no están tan locos y enfermos como nosotros creemos?