La decisión correcta

Terminé una relación de años porque sentí que ya no estaba a la altura de lo que ella esperaba de un hombre. Soy ingeniero, soltero, sin hijos y con una vida tranquila y austera considerando mi nivel de ingresos. Ella es lo opuesto a mi, porque quiere comerse el mundo entero y ostentar su éxito.

Siempre admiré su espíritu emprendedor pero yo no lo tengo y nunca lo voy a tener. De hecho, los únicos recuerdos que me gustaría olvidar de nuestro tiempo juntos es la frustración que ella sentía y me expresaba por yo no poder darle lo que esperaba de mi y el cómo yo me sentía por no poder hacerlo. Terminar la relación fue doloroso para los dos porque creíamos que estábamos enamorados el uno del otro pero en ese momento estaba súper seguro que nuestras vidas jamás iban a estar en la misma sintonía. Los dos la pasamos mal después de que la “patié” pero ella se sobrepuso rápido y yo sigo intentando saliendo adelante con ayuda de la terapia.

Escribo esto porque ella está con otro tipo que está aperrando en todo lo que yo nunca iba a poder aperrar si no superaba primero mis trancas. Soy súper consciente de que yo terminé con ella y que mis motivos fueron más que justificados. Ademas, el hecho que ahora sea feliz y su actual pareja le esté dando todo lo que yo no pude darle (y no me refiero a lo material sino también a lo emocional) confirma que mi decisión no fue errada. Finalmente, me alejé de ella porque la amaba y quería su felicidad, pero su felicidad nunca iba a ser conmigo.

Sé que algunos se van a burlar pero estoy seguro que quienes lo hacen es porque tienen una vida mucho más triste y vacía que la mía.