Caras tristes.
Viajé a Santiago para ir a la oficina del trabajo, yo soy de región de varios kms. Cuando tomé el metro a las 8, lo que más me llamó la atención fueron las caras de todos los que iban a bordo, caras tristes, caras largas, mujeres con guaguas en coche, hombres con cara de no dar para más.
Despues de ver eso, me doy cuenta lo afortunado que soy de trabajar a distancia y no estar sufriendo todos los días con el transporte.