Un paso para adelante y otro para atrás
Confieso que tengo pánico a volver a trabajar a la oficina.
Con la pandemia, me acostumbré a trabajar desde mi casa y mi nuevo equipo de trabajo es súper acogedor, mis coleguitas son un siete y la pega la hacemos entre todas y nos tratamos con mucho cariño.
El problema es tener que encontrarse con un saco de arpías de otros equipos a las que les gusta el cahuin y el alcahueteo. Ya me acostumbré a no verlas y más encima, en todo este tiempo he disfrutado a mis hijos y mi esposo a concho.
Esta semana pasamos a fase 4 y lo más seguro es que tengamos que volver... Lo bueno es que me tengo que operar y ojalá el médico me de mucha licencia o que retrocedamos de fase. Ya no duermo por la angustia que esto me genera. Sé que está mal que piense en que sería bueno retroceder, pero tampoco creo en las cifras tan positivas que está entregando el gobierno.