Hace harto tiempo, cuando estaba en mi primera trabajo, empezaron a correr rumores de que iban a reestructurar el departamento. Un día la jefa por fin confirmó la noticia y dijo que se iba a hacer cargo de otro departamento, pero se había asegurado de la posición de cada uno.

Unos días después llegó el jefe de otra área con su equipo y nos fusionaron con él a cargo.

Hable en privado con él y me explicó mis nuevas funciones, al salir me encontré con que su equipo había entrado a mi oficina y había sacado todo. Mi escritorio en el pasillo, mi cartera en el suelo, sacaron absolutamente todo para 'darle otro orden' sin siquiera preguntar y sin respetar mi espacio.

Ahí me quede, dejaron todo a medias y se fueron a almorzar, y yo que almorzaba en mi oficina no tenía dónde comer...

Unos días después llegó la que sería mi nueva jefa directa. Teníamos la misma profesión y creí que iba a ser la raja aprender de ella. Nunca me dio trabajo, me hacía contestar sus llamados, corchetear documentos, creía que yo era su asistente y eso no me molestaba, pero no quería enseñarme nada y no aceptaba que le explicara cómo funcionaban ciertas cosas de la empresa.

Cuando el jefe me decía que hiciera algo, ella escuchaba y lo hacía antes de que yo pudiera volver a mi escritorio. Cuando quedó una embarrada le preguntaron si no había consultado conmigo como hacerlo e intento que me culparán.

Yo no era para nada una amenaza para ella, yo estaba recién titulada y ella tenía mucha experiencia, realmente quería aprender de ella.

Parece que los directivos notaron todo esto y un día ella simplemente no llegó a trabajar porque la despidieron. Duro 25 días.

Ese mes fue horrible, pensé en renunciar pero me convencía de que me había sacado la cresta mucho tiempo estudiando y trabajando como para dejarlo por un cambio que debería ser para mejor. Y pucha que debí convencerme, porque no soportaba la situación.

Las recompensas al esfuerzo llegan. La echaron de un día para otro, no había quien se hiciera cargo del área. El jefe dijo 'aquí hay otra profesional a la que no se le ha dado la oportunidad de demostrar sus capacidades'.

Y me hice cargo y demostré que podía. Hoy ya no estoy en esa empresa, lamentablemente cayeron en el mal de muchas empresas que explotan a sus profesionales. Me exprimieron hasta que no pude dar más... Pero siempre me queda la maravillosa sensación de saber que de un cambio horrible pueden salir cosas excelente y grandes oportunidades.

Somos humanos y rechazamos los cambios, pero muchos son realmente para mejor.