Aventurras laborales

A propósito de que esta página se llama confesiones laborales, vengo a contar mi aventurilla laboral.

Ya pasaron varios meses desde aquello... todo empezó cuando empezamos a “coquetear” con un compañero de trabajo, hay algo de él que siempre me gustó, desde el primer día que lo vi, especialmente que no era muy comunicativo, la verdad es que no me gustan los hombres aduladores ni pateros, sino serios y ojalá “difíciles”. Todos los días cuando me llevaba a mi casa conversábamos un rato, nada del otro mundo, hasta que un día me dice “que anda linda hoy”, yo dije mmm vaya vaya, quizás es solo un comentario, pero lo cierto es que habían sido varías indirectas de su parte y de la mía igual, debo admitir que me gustaba bastante hablar con él, de lo que fuera en realidad.

Un día X creo que nuestro coqueteo fue muy evidente y cuando pasó por mí... me dio un beso, luego fueron varios besos, hasta que terminamos teniendo sexo desenfrenado jajajaja, no una, ni dos, ni tres sino varias veces más. Él tiene una relación, no es casado, pero el caso es que es lo mismo, así es que decidí que no nos viéramos más, fue sin decirlo, sin llamada, sin mensajes, simplemente no nos vimos más. Lo bueno de la historia es que lo pasábamos tan requetebién y que nadie nunca se enteró, ni se lo imaginaron... obviamente yo en mi papel de amante momentánea igual me la jugaba y le daba todo lo que él quería, así es que bueno él mensaje es que creo, obviamente es mi opinión, que la vida es un poco eso... momentos, emociones, y lo importante es tener claro que a veces las personas solo pasan y que no están para quedarse en la vida de una, no hay necesidad de hacer daño a nadie y todos contentos, igual a veces me acuerdo de ese tiempo y me río sola, fue entrete...