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Corria el año 2013. Trabajaba de bodeguero en una empresa grande que no es necesario mencionar. Fueron mas o menos 2 años, los mas cachondos y disfrutados de toda mi vida, puta que la pase bien ahí.
Se preguntaran porque tanto cachondeo y lujuria. Les respondo, en esta empresa eran buenos para hacer fiestas de 18 y año nuevo entre todos los trabajadores. Y fue en una de esas fiestas donde la conocí a ella. Era la hija de un gerente de area.
Esta chiquilla era típicamente una cuica abajista, de estas que les gusta relacionarse con el pueblo. Pero puta que era rica cabros, en serio, era demasiado rica. Una rubia de ojos verdes con la pura cara de alemana (y de cuica tb), una cabellera crespa y frondosa, unas tetas y un culo que envidiaría cualquier porno star (feminazis con arena en el culo favor no sigan leyendo esta confesión “machista y sexista”, y vayan a tomarse una agüita de melisa). Loco la mina era perfecta, además era muy tela y se notaba que tenía mundo.
La cuestión es que nos conocimos en una de esas fiestas como les contaba. De un principio me di cuenta que le gusté, además yo era simpático y atento con la mina. Pa que estamos con weas, yo tengo un cuerpo bastante trabajado, soy lo que cualquier wn levanta’o de raja llamaría un ‘flaite tonificado’. Me preocupo de mi pinta y todo, de repente sus cremitas locas, su after shave, y su buen perfume.
Empezamos a juntarnos a escondidas, la mina iba por cualquier pretexto a la bodega solo para verme. Nos juntábamos hasta los fines de semana, obviamente el único weón que se ofrecía para hacer turnos los sábado era yo, na de tonto, yo feliz.
Y bueno las hacíamos todas en la bodega. La minita era una maquina sexual. Ufff como olvidar esas tetas perfectas. Le encantaba que se las mamara, eran duritas y cálidas, también su peina’ita de alfombra, y puta cabros, esta alfombra no era una cualquiera, era una alfombra persa dorada. La follaba sin parar, una embestida tras otra, la minurri se movía como las diosas y gemía como ninguna. Si se me para hasta de acordarme.
A todo esto el papá de la minita nunca cachó una de lo nuestro. El viejo era pura pega, y medio pánfilo.
Lamentablemente lo bueno dura poco, la mina se fue a estudiar a europa. Pero puta cabros, lo comido y lo bailado con mi doncella nórdica no me lo quita nadie. En nuestra despedida tiramos como nunca, hicimos zumbar la bodega.



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