Inmadurez

Quiero confesar lo que me pasa para desahogarme. Tengo un cargo de jefa en el turno noche en una institución estatal. Un jefe de la mañana se lleva mal con una trabajadora de mi turno, porque ella es un poco problemática, bueno, a veces no sabe cómo reclamar y es un poco desubicada. Yo me llevo bien con ella, trabaja bien y se esfuerza. Pero eso no parece importarle mucho a mi colega, el es más antiguo, yo relativamente nueva y sus decisiones pesan más que las mías, mucho más.

Él ahora se ha empeñado a pasarla a un cargo de atención al público donde van a hacer muchos reclamos, es un cargo bastante incomodo. Ella al principio acepto pero luego cambio de parecer, se dio cuenta que no le convenía. Pero no quieren aceptar su cambio de opinión y sí o sí la quieren cambiar, es como una venganza.
Ella se ha dado cuenta que lo están haciendo a propósito y me llamó llorando, diciéndome que tenía tantas ilusiones de que le fuera bien en el trabajo, que ella se esfuerza, y que esto es injusto. Le comenté que no solo vale tu desempeño laboral sino también como te llevas con los jefes y en esto se equivocó (no debí decírselo, si lo comenta, la que se puede meter en problemas soy yo, porque es como afirmar que sí lo están haciendo por revancha) Esto me da pena y rabia por ella y porque yo estoy hablando de más.

Por otro lado, se que le gustó a mi colega, a mi también me gusta y tal vez podría convencerlo de que la deje en paz. Pero no sé si meterme en este lío.

Una amiga me dijo que tus compañeros de trabajo no son tus amigos, que ella debe aprender por su cuenta y yo no debo ayudarla porque me podría meter en más problemas, debo cuidar mi trabajo porque voy poco tiempo además que si mi colega se entera de lo que le he dicho a ella, me va a tratar de la misma forma que a ella y que no me crea la paladina de la justicia.

Creo que me falta madurar para tomar mejor mis decisiones. Pido sus opiniones, consejos, por favor, me encuentro en una encrucijada: dejo pasar una injusticia y no arriesgar mi trabajo o intento convencer a mi colega para que la deje en paz.