Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Una de muchas historias

Por mi trabajo, tengo muchas historias para contar, unas son graciosas, otras complejas y otras tragicomicas, bueno esto me pasó cerca de fin de año cuándo era presencial, soy profesora diferencial, como todos saben fin de año a veces representa estrés y agotamiento, tanto para estudiantes y docentes.

Ese día en particular había un sol radiante, había estado en proceso de bajar de peso así que encontré una ropa que me quedaba maravillosa, me fui vestida de blanco... Sin saber lo que me esperaba jajaja comienzan a llegar los estudiantes del curso en el que correspondía, yo seguía con un polar institucional para realizar la rutina de saludo, alimentación y actividades propias, pasado un rato me dió calor y no quise ponerme el delantal (gran error) en eso un estudiante me ve y se desregula heavy, comienza a tirar sillas y mesas, comienza el protocolo de cuidado hacia los demás niños, me mira de lejos enojado y se acerca corriendo hacia mi no con las mejores intenciones, la asistente de aula se da cuenta y me apaña, sacándolo de la sala para que se tranquilice yo no entendía que pasaba, que había dicho o hecho para provocar tal reacción, me asomaba a la puerta cada cierto rato, mientras atendía las necesidades del resto del curso, diciéndole soy yo, pero tenía la mirada fija en mi ropa, entonces la profesora jefe nos comenta que días antes él había tenido una cirugía ambulatoria, como no habían pasado tantos días se debe haber asustado lo que provocó su desregulacion, le pedí a otra colega que me traiga mi delantal que estaba en mi casillero y me lo coloqué, nuevamente lo invite a pasar para continuar la jornada y miraba de reojo, como buscando a alguien, pero pasado unos minutos se tranquilizó ya que me reconoció jajajaaja.

Al final de jornada sólo fue una historia para reírse, tragicomica pero por suerte no pasó a mayores, hasta yo me río por todo lo que pasó, por vanidosa y mis colegas me molestaban por andar de blanco la patuda (haciendo referencia a ese antiguo comercial jajajaja) esta historia da cuenta la importancia de la comunicación familia escuela, respetar sus procesos de descanso luego de un evento que puede generar trauma, además de lo importante que es conocer a nuestros estudiantes para calmar sus crisis y finalmente ser un aporte en sus vidas además algo no menor el autocuidado.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.