Dije no al camino tradicional.

Empecé a trabajar desde pequeño, en la enseñanza media aprovechaba cada verano para trabajar en lo que pudiera y siempre tener mis lucas y no molestar a mis viejos. A los 18 entré a estudiar, becado, me había ido bien en la PSU... pero estudiar no era lo mío. Abanadoné pronto, sin duda que fue falta de madurez, debería haberle puesto empeño hasta el final.

En ese momento me despedí de mis viejos, les agradecí por todo y les prometí que nunca más sería una carga para ellos.

Ya viviendo fuera de casa, pasé por un par de trabajos como peoneta, coordinador de un radiotaxi, bodeguero y entré a estudiar de noche en un IP, pues no quería esa vida para mi.

Con un mes de estudio ya tuve una oportunidad de untrabajo de oficina, la pedí en la empresa donde era bodeguero, incluso le ofrecí mi renuncia al dueño de la empresa si es que en 1 mes no era capaz cumplir todas las expectativas que tenían para el cargo.

Así fue subiendo, más responsabilidades, sueldo, cambios de empresa, siempre estable, incluso ya he incursionado en la independencia laboral con un emprendimiento. Formé familia, me estabilicé, ya estoy comprando mi casa.
Siempre he ido dejando las puertas abiertas en cada lugar del que he salido y al salir me han vuelto a llamar, para asesoría o revisiones. Me ha ido bien, no me quejo. Hoy soy feliz con lo que he conseguido a mis 30 años.

Siempre he estudiado de forma autodidacta, en el rubro de la informática es posible. Ahora me propongo volver a estudiar formalmente, obtener un título universitario, no me quiero quedar como ni donde estoy, quiero seguir avanzando.

La autoreferencia es fea, pero les quería contar mi historia para demostrar que el camino tradicional no es el único camino. No hablo de haber llegado a mi destino, voy disfrutando el camino y cada paso que doy, no dejen que les digan que se equivocan en sus decisiones, aperren hasta el final y no se queden quietos, la zona de confort fue inventada para ser dejada atrás.