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Si se puede

He leído muchas confesiones de motivación y la mia también es una de ellas, para incentivar a más jóvenes y que no bajen los brazos.

Tengo 28 años; creci en Comunas del Sector sur de Santiago, los primeros años en San Bernardo y ya después en La Pintana.

Mi mamá era comerciante y mi papá maestro gasfiter de la construcción, eramos 6 hermanos en el contexto de esta historia (hace pocos años nació mi hermana menor).

La educación básica de todos la hicimos en un colegio casi rural que estaba en La Pintana, a pesar de que no tenia recursos, los profesores y el nivel de enseñanza era excelente. Siempre me fue bien en el colegio, mi mamá nos inculcó hábitos de estudio a todos mis hermanos, y la verdad es que nos entretenía leer y hacer las tareas entre los 6. Con mis hermanos nos llevamos todos por 1 años en promedio, así que somos de la misma generación y nos ayudabamos.

Mi mamá siempre trabajaba medio tiempo, en ferias, vendiendo o haciendo aseo, costuras, etc. Pero siempre fue muy presente y nos decía que la educación era nuestra mejor herramienta.

Mis compañeros de colegio, siempre eran de poblaciones peligrosas, pero todos de familias esforzadas que anhelaban romper el círculo de la pobreza.

Al pasar los años, egresada de octavo basico postule a los colegios Carmela Carvajal y Liceo 1 (mis profesores me aconsejaban eso). A pesar de que quede en ambos, no quería estudiar en colegios de mujeres, ya que siempre me lleve mejor con hombres y sinceramente veía lejano el sueño de la Universidad y yo vivia lejos, no sabia tomar locomoción, con 13 años. En ese entonces no había gratuidad y yo era bien ingenua respecto a las opciones, así que me matricularon en un Liceo Comercial en San Ramon, era bien bueno, exigente y pertenecía a una corporacion. Egrese de Contabilidad y quede trabajando en la empresa que hice practica, al mismo tiempo me matricule en un Instituto Profesional para cursar Auditoria en modalidad vespertina.

Al pasar los años yo seguía trabajando en la misma empresa; en aquellos años mi sueldo era de 350 líquidos, con lo que pagaba mi mensualidad de IP, pagaba algunas cuentas de casa y ahorraba otro poco. Conoci en esa empresa al que ahora es mi esposo, así que decidí cambiarme de trabajo para evitar problemas, al pasar un año en la otra empresa ya titulada de auditoria me ascendieron a analista y ya ganaba 700 mil pesos. Decidimos con mi pololo que queríamos vivir juntos, ambos teníamos ahorros y el ganaba casi lo mismo que yo así que compramos una casa con crédito a 30 años en otra comuna.

Al pasar los años ya casados (me case a los 21) seguía en la misma empresa y tome el puesto de Jefa de Contabilidad, jamas fue un tema el de donde venia ; pero siempre notaba cuando yo decía 'La Pintana' un cierto prejuicio.

Al pasar los años; me aumentaron el sueldo y entré a estudiar una ingeniería para potenciar mi experiencia laboral, y en paralelo compramos un departamento con mi marido, que nos servia para arrendar.
Ya casados podíamos complementar renta así que ahorramos para el pie y lo obtuvimos.

Termine de estudiar hace poco y la verdad es que me ha servido en todo aspecto.

Mi esposo también venia de otra comuna del Sur de Stgo, y también le costó romper el prejuicio de vivir en la periferia, pero ambos ahora construimos nuestro hogar y siempre vamos a visitar a nuestras familias, en los barrios que crecimos.

¿Que quiero decir con todo esto? Que vale la pena cada esfuerzo, yo entraba a las 7 de la mañana al trabajo, para poder salir a las 6 y alcanzar mis clases en el IP, tenia clases todos los días, y corria al metro para no perderlo, llegaba a casa a las 12 de la noche porque las micros a la Pintana se demoraban en pasar.

Así estuve 4 años, mi mamá me esperaba en el paradero para que no me pasara nada.

No pretendo romántizar la pobreza, pero cuando uno le pone tantas ganas puede cumplir sus sueños. Cuando todos mis amigos tenían otras prioridades, yo a las 21 años ya estaba titulada y jamas deje de trabajar.

Me he pagado los estudios siempre, para no endeudarse con el famoso CAE. Claro a veces me quedaba solo con dijero para el pasaje, pero no necesitaba más.

Todo es un proceso, nada es suerte.

Pude haber ingresado a la Universidad con mis notas ? Pues si, pero en ese tiempo yo solo quería trabajar y no sabia si podría pagar mensualidad. Por eso decidí un IP y hasta ahora no me arrepiento.

Saludos y animo a todos !



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