De mal en peor
Trabajo en una entidad pública cercana a la 'Zona Cero' del centro de Santiago. Hace un tiempo tenemos una nueva dirección en la institución. Teníamos oficinas adecuadas, con una galería larga para atención de los usuarios y otras oficinas adicionales para consultas de más complejidad. Nos hemos caracterizado por la excelencia de nuestra atención, al punto que muchas veces nos decían que no parecíamos una entidad pública, nos daban hartas felicitaciones y en dos ocasiones recibimos un premio a la excelencia.
En enero de este año, como parte del estallido social, atentaron contra nuestras oficinas del primer piso, precisamente donde se atiende público y perdimos absolutamente todo. Lo que no se quemó, fue robado o se mojó.
Hace poco llegó el dinero del seguro y nos reunimos con la dirección y los funcionarios de atención de público, porque iban a anunicar el GRAN PROYECTO de las nuevas oficinas: en la galería de recepción de documentos, y orientación general, construirán 4 salas de reuniones nuevas, para emprendedores, pymes y no se qué más. CUATRO salones nuevos! La verdad, todavía no sabemos qué utilidad tendrán esos salones, pero estarán la mayor parte del tiempo vacíos. Y en el edificio hay un piso más arriba que está totalmente desocupado, casi en desuso. El proyecto los organizó sólo la dirección nacional y un arquitecto, sin considerar opiniones de las jefaturas respectivas y del Comité Paritario.
Los funcionarios de atención a público se ubicarán en una oficina al fondo, que apenas abarca aproximadamente la tercera parte de lo que se utilizaba antes, con módulos más pequeños, un espacio ínfimo para que esperen los usuarios. Además hay 3 funcionarios menos, dos que jubilaron y otro que se fue, por lo cual habrá más trabajo, con menos personal y menos espacio. Inclusive designaron tareas de otra área y no se sabe actualmente cómo habrá que programarse y organizarse ante estas medidas.
Algunos funcionarios hablaron y sutilmente dijeron que debía reconsiderarse el proyecto y hacerle mejoras. Un solo colega se atrevió a intervenir y decirle a las personas de la dirección y al arquitecto en forma tajante que el proyecto constituía un despropósito y una falta de respeto a los funcionarios de atención de público y a los usuarios. Primero pierden todas sus cosas personales y de trabajo producto del incendio y luego se anuncia este proyecto que los segrega a un espacio más pequeño y con más labores que antes. Estarán en un espacio tremendamente reducido, con más documentos y menos ayuda.
Inclusive al funcionario que se encarga de la orientación general a los usuarios en la plano se le denomina 'anfitrión', como si solo debiera saludar e indicar que saquen un número. No se consideró que debe entrevistar a los usuarios y entregar información adecuada, inclusive en idiomas extrajeros y hasta lenguaje de señas. Pero no, los funcionarios de atención a público quedan como de tercera categoría. Estamos seguros de que ningún funcionario de un cargo más alto le gustaría trabajar en espacios como el que designaron para atender usuarios.
Desafortuadamente esto afectará muchísimo la calidad de la atención a usuarios y causará bastante estrés en el trabajo y será desagradable para el público que deba acudir a las oficinas. Se han hecho reuniones en el Ministerio que corresponde y aún estamos a la espera de sus respuestas.