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La explosión que mató la Flor

El año pasado entré a trabajar en una muy buena empresa y conocí un chico de comercialización que me encantó desde el día uno.

Tiene el típico perfil de un Ing. Comercial egresado de la PUC o de la Adolfo. Buen perfil, amable, bonita sonrisa, simpático, todo un príncipe azul.

A veces me tocaba trabajar con él y cuando iba a su oficina, me ponía perfume, maquillaje y la más coqueta de mis sonrisas. Me tiritaba todo cuando lo veía y trataba de que se me notara lo menos posible.

Había una cierta atracción entre ambos y era demasiado entrete ir a trabajar con él. Sin embargo nunca pasó nada más allá de coqueteo, hasta que en la fiesta de la empresa de fin de año pensé “esta es la mía, algo tengo que hacer”.

Compartimos con varias personas en una especie de cóctel y me fijé que no había comido nada y me dice que no tenía hambre no más.

La cosa es que nos separamos un rato y después de haber tomado varios juguitos, me dieron ganas de hacer pipí, así que fui al baño y como estaban todos ocupados tuve que ir a uno que estaba como escondido en el segundo piso.

El punto es que llegué al baño y la porquería igual estaba ocupada!! Pucha filo, dije, voy a tener que esperar y no llevaba ni un minuto cuando siento un prprprprpr!!! Pero Brígido!! Una explosión de caca jajajajaja csm! Aún me río.

Se me quitaron todas las ganas y mejor me fui porque nica me iba a quedar después de eso, entonces bajé y me quedé como en la entradita de la escalera para cachar quien era el pobre colega enfermito y cuando lo vi, me quería morir.

Mi principito!! Jajajajaja descubrí que era un ser humano como cualquiera y que por eso el pobre no había comido nada.

Se fue a la chucha mi plan de agarrármelo ese día y desde ahí que toda mi nube se fue a la mierda. O sea, igual me gusta todavía, pero no puedo evitar sacarme ese sonido de la cabeza cuando lo veo y “cagarme de la risa”.



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