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Gracias, pero no me corresponde

Desde junio estamos en cuarentena. Vivo con mis padres jubilados y una hermana que recibe pensión por invalidez. Actualmente, técnicamente estoy cesante desde marzo, pues soy profesional freelance de servicios y desde esa fecha dejé de trabajar presencial para pretender hacerlo online, pero me ha ido como las pelotas. En la casa soy la única que se maneja con lo digital y tecnología, así que antes de entrar en cuarentena mi padre me entregó dinero y me pidió comprar una resma y un cartucho de impresión para cuando tengan que salir al consultorio, cobrar sus pensiones, etc. y lleven inpresos sus permisos (aclaro, sólo salen para asuntos presenciales indispensables para ellos, están en los grupos de riesgo, y de hecho hicimos cuarentena voluntaria desde marzo). Y quien les hace el trámite virtual e impresión soy yo.

Cuando llévabamos más de una semana de cuarentena, salió mi madre y a su regreso me dice que se encontró con un vecino, don M. que es jubilado, mayor que mis padres. Es un conocido de mis padres de años, pero por mi parte, sólo nos saludabamos cuando nos cruzábamos. Lo encontró desesperado en la calle. Pasaba que llevaba más de una semana tratando de obtener el permiso para ir a cobrar su pensión. Él vive con su esposa postrada, una hija, yerno y nieto, por lo que me extrañó que ellos no lo ayudaran con eso. Él había ido a varios negocios del sector, hablaba con quien se encontraba en la calle, y pedía que le sacaran el permiso, arriesgandose a enfermarse o a que lo multen por salir sin permiso. En los negocios que imprimen le habrían dicho que sólo hacían eso, pero no el trámite virtual para obtenerlo. Y por lo que contó, no fue poco lo que recorrió en esa semana. Mi madre le dijo que fuera a la casa no más y que yo le sacara el permiso. Cuando llegó esa vez me contó. Le dije que por supuesto lo hacía. Y su caso da para pensar lo penca que fue su familia, vecinos y la gente de los negocios a los que fue en esa semana.

Desde entonces les saco sus permisos. Nunca le he cobrado. Como tampoco mi padre por el uso del pc e impresión. Sin embargo, cada vez que viene por su permiso me da un par de lucas. Yo le insisto que no, que como se le ocurre, que nunca le he cobrado, pero él me insiste de vuelta al punto de molestarse y decirme que se lo reciba no más. Al final lo acepto, pero con la sensación de que no corresponde. Mis padres me dicen que lo acepte no más, que debe estar muy agradecido considerando lo que le pasó al principio.

Hoy vino nuevamente por un permiso. No sólo de nuevo de dio un par de lucas sino que me dio arroz. De nuevo le dije que no, que no corresponde, el dinero es más de lo que realmente vale hacer e imprimir el permiso, que no le puedo aceptar las dos cosas y que nunca le he cobrado. De nuevo de molestó, me aseguró que tiene arroz y alimento de sobra y que quiere pagarme y que cree que aún así me paga poco. Me dijo que está inmensamente agradecido de mí por lo que hago, que si no fuera por mí, quizás hasta dónde habría llegado con tal de conseguir su permiso, además de que decirme que sospechaba que yo estaba sin pega. Acepté. De verdad, estoy muy agradecida con su gesto, pero sigo pensando que no corresponde aunque mis padres me dicen que es su forma de agradecer, además de seguir creyendo lo penca que aún son su hija y yerno con don M.



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