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Sin vocación

Les vengo a contar mi testimonio y de lo que afecta estudiar algo sin vocación.

Estudié una pedagogía porque sentí que tenía muchos dedos para ese piano. Entré a una universidad pública, de relativo prestigio, no de las 'charritas'. cuento corto que cuando iba en cuarto año (de 5) mediante las prácticas me di cuenta que no me gustaba mi carrera.

Tuve algunas conversaciones al respecto con quien era mi profe de metodología de la enseñanza, quien me recomendó cambiarme y estudiar otra cosa y también me envió a un psicólogo (que fue cero aporte). El cambio de carrera era inviable, ya que soy hija de una madre viuda, estudié con crédito universitario y no me podía dar el lujo de perder prácticamente 5 años.

Tras egresar con un premio universidad me demoré años en insertarme en el mundo laboral, porque detestaba el ambiente colegial y en específico los cabros. Tuve la suerte y bendición de olvidarme del tema escolar por 1 década, en donde me desempeñé en docencia de otro tipo. La paga no abundaba pero jamás faltó, tenía la seguridad de saber que al otro año tenía trabajo asegurado y trabajaba en un ambiente super grato y con alumnos de todas las edades, de quienes guardo excelentes recuerdos y con muchos, ahora adultos, seguimos en contacto por RRSS.

Formar una familia me hizo emigrar a otra ciudad y hasta ahí llegó la estabilidad laboral. En 5 años he trabajado mayormente boleteando, perdí solvencia, sólo tengo sueldos que me permiten aportar poco en la casa, sólo gastos menores, gracias a Dios mi esposo puede llevar los gastos bien.

Me duele cada vez que veo ofertas de trabajo, llamados a concurso de escuelas, liceos, lugares donde yo ya trabajé, haciendo un esfuerzo por supuesto. Estuve en el ambiente de liceo por unos pocos años pero en un liceo sin atados grandes de disciplina pero no exentos de ellos. Detesto a los cabros, hoy en día más que profe debes ser un gendarme, no hay respeto por nada. He hecho intentos en reemplazos, pero poco me ha faltado para salir corriendo lejos. Quiero dejar en claro que soy muy tolerante a la frustración, soy de la gente que aperra. Siempre he sido buena alumna y me tienen por responsable como profe, pero de verdad hoy me saco el sombrero por los docentes que laboran en el sistema escolar, aguantando cabros groseros, te pasas la mayor parte de tu clase haciendo callar a los gueones, algunos llegan a sentarse y ponen la mochila arriba de la mesa y hay que andar vigilando y poniéndote pesada para que los giles se dignen a agarrar un cuaderno, para qué hablar de libros, porque es un clásico que muchos no los llevan.

En la era del celular andan todos aweonizados con el whatsapp y el youtube, literalmente e insisto que un profe tiene que llegar de gendarme a una sala. Para qué hablar que ahora hay que elegir con pinzas las palabras que les dices a los cabros, ya que cualquier cosa les parece mal y hasta te pueden grabar (yo nunca he tenido problemas serios gracias a Dios con alumnos y espero no tenerlos) y los apoderados, muchos de ellos son otros flaites con o sin plata que les abonan la flojera a los pajeros de los hijos. La verdad es que por eso yo no estoy dispuesta a desgastarme mi voz en weones en clases, ni menos andar pasando rabias con una juventud que hoy en día es irrespetuosa, lo cual me ha hecho autobloquearme de muchas pegas, con las consecuencias económicas que ya tengo, pero de verdad les digo que me arrepiento hasta el día de hoy en haber estudiado una pedagogía; me gusta enseñar pero no para que un lote de cabros me agarre para el hueveo o no me pesque, que no le interesa nada y una terminar haciendo clases a los 2 mateos de la primera fila y a las paredes.

Eso no más, así que espero que alguien que quiera ser profe, le aconsejo que la piense bien si de verdad quiere esto, si no, estudie otra cosa o haga un magister y sálgase de ese sistema de mierda.



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