La felicidad

Por creer que merecía una mejor vida, me endeudé en muchas cosas. Viajé, me compré mi auto, le compré uno a mi marido porque se saca la cresta trabajando por nuestra familia y fui metiéndome en cosas que hoy me arrepiento.

Mi sueldo ya no me alcanza, tengo que si o si tener trabajos adicionales porque o si no, no llego ni a mitad de mes. Mi marido no sabe de mi sobreendeudamiento, solo quiero que él esté feliz cuando llegue a la casa porque está demasiado estresado en su pega y por más que ha buscado no logra conseguir en otro lugar (ya casi más de un año). Estoy asumiendo esta carga solita porque nadie me dijo que me metiera en este hoyo. Estoy llena de 'refinanciamientos' y me sigo metiendo sin encontrar una salida verdadera. Además tampoco quiero convertirme en la que 'no se la pudo', y día a día busco alternativas de conseguir más lucas y eso de verdad te afecta, te estresa y te cansa.

No quiero decirle nada a mi marido de esta situación porque sería sumarle una carga más y al menos, uno de los dos tiene que estar bien. Sin embargo, hay días que pienso en lo bonito que sería mirar el metro desde abajo y salir de esto. Lo único que me detiene es que voy a dejar más problemas haciéndolo, así que me seco las lágrimas y trato de sonreír para seguir avanzando.

Sé que no lo verá, pero mi amor, yo sé que soy desordenada, que soy al lote, que no pienso en el mañana, pero te amo y lo único que quiero es que seas feliz. Perdóname por los malos ratos que te hago pasar, pero por ti quiero salir adelante. No te preocupes que todo va a estar bien.